
Todos ellos tienen en común que suele utilizarlos un solo usuario cada vez. El 3D sin gafas, también conocido como tecnología 3D autoestereoscópica, requiere situarse a una distancia y en un ángulo determinados para un correcto visionado, y eso es fácil cuando se trata de la pantalla de un teléfono móvil, por ejemplo. Diversas compañías de estudios de mercado, vaticinan un despegue de las pantallas 3D sin gafas en los dispositivos móviles y portátiles. Así, según ABI Reasearch, para el año 2015 la cuota de mercado de esos aparatos 3D alcanzará el 11 por ciento.

Los responsables del estudio de ABI Research sostienen que, a diferencia de los televisores, los dispositivos móviles y portátiles tienen un ciclo de reposición más corto; es más sencillo que los consumidores adquieran uno nuevo antes que un televisor plano para el salón. De momento, este año 2010, la presencia de dispositivos 3D móviles y portátiles es casi testimonial, excepto en los mercados más punteros como el japonés.
Según ABI Research, el aumento de la difusión de los dispositivos móviles y portátiles 3D va a ser posible gracias a tres aplicaciones: videojuegos 3D, visionado de contenidos 3D, y toma de vídeos y fotos 3D con la cámara integrada en el aparato. Asimismo, parte de esos productos podrán convertir contenidos de 2D a 3D.
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