El servicio de telefonía móvil de localización instantánea de personas puede generar estas situaciones inéditas, arruinar el día de “trampa”, ser utilizado por empresas y dar tranquilidad a los padres que quieren saber dónde están sus hijos. ¿Paranoia? ¿Cómo mantener la intimidad sin que esto sea un problema? Ya no hay demasiada chance. La tecnología se adelanta a los deseos y hasta crea los que no existen.
La operadora de telefonía celular Movistar ofrece el servicio de localización de personas, que posibilita conocer la ubicación de un teléfono móvil con sólo enviar un mensaje de texto a la compañía (cuesta 1 peso), aclarando el móvil buscado. La persona recibirá un SMS informándole que su novia/o, amante, o quien sea, intenta saber dónde está, pero le da la opción de autorizar la respuesta o no.
En caso de dar el sí, el solicitante recibirá un mensaje con la dirección, sin importar si está en la calle, dentro de un edificio o en un vehículo en movimiento. Si y sólo si ambos equipos en cuestión son de la misma compañía telefónica.
Ni hablar de las nuevas situaciones que pueden recrearse con quienes tienen sus “asuntos”. Pueden optar por despegarse del teléfono, olvidarlo en un bar literario y hacer lo suyo para luego volver a buscarlo, o resignarse a la vertiginosa adrenalina de poder ser descubiertos a través de un monitoreo telefónico. Por otro lado, los padres que necesiten de un dato más certero sobre la ubicación de sus hijos agradecerán la propuesta.
“En nuestro país, la inseguridad legaliza todo. Se trata de un producto espectacular que puede tener usos miserables. ¿Cómo no ceder a la tentación de usarlo? ¿Con qué excusa rechazar el pedido de localización?”, analiza el filósofo y publicista Omar Bello.
Movistar, Personal, Nextel y Claro son las compañías que ofrecen también el servicio corporativo, que fue el primero en tener localizador. A través de la página web del servicio de localización móvil, se puede consultar la ubicación del personal o la esposa/o, las 24 horas, en todo el territorio argentino. Sólo el empresario titular de las líneas o quien tenga autorización con clave puede acceder al sistema en la computadora. El buscado no tiene opción a rechazar. Es más, ni se entera.
“El tema no es sólo la trampa, porque alguna vuelta se le va a encontrar, sino que todas las personas tenemos cuevas donde escondernos para lamernos las heridas. ¿Es indispensable desnudarlas?”, dice Bello y agrega: “En toda pareja, uno persigue y el otro se escapa como puede, y no sólo en las relaciones amorosas. Entonces, podemos decir que las telefónicas hicieron feliz a media humanidad. ¿Y la otra mitad?”. (Por Euridice Ferrara / Perfil).
Opiniones?
jajaja nono lo malo es guampear che 
jajaja
Tendré El Teléfono Clonado